martes, 26 de abril de 2016

Penélope.

Rescate: 19 de Mayo de 2015 Adopción: 24 de Mayo de 2015 Fallecimiento: 13 de Abril de 2016 Los pitbull son unos perros con fama de agresivos o peligrosos, desgraciadamente hemos olvidado que su principal labor en el pasado, era de "nanas", ese era su trabajo, cuidar a los pequeños del hogar, por su caracter fiel y entregado, sin embargo, actualmente se le ha otorgado una fama negativa, se les utiliza para peleas clandestinas de perros o para tenerlos amarrados "cuidando" la casa. En mayo del año pasado, al llegar al albergue encontramos a Penélope dentro, alguien la arrojó sobre la cerca; pesaba 17 kilogramos, tenía heridas de peleas, golpes y estaba realmente asustada y desconfiada. Nunca podremos saber cuál fue su historia real, sólo podemos imaginarlo por su conducta; nos veía de reojo y tenía la colita entre las patas todo el tiempo. Tenía mucho miedo, lo cual es triste, porque no podíamos ni acariciarla.

Los voluntarios y veterinarios nos apoyaron con ella, pronto, una familia se enamoró de su bella mirada, y le dio la oportunidad de volver a confiar. Es muy difícil encontrar adoptantes para un perro adulto, aún más para un pitbull, y a eso le añadimos, a un pitbull adulto y muy lastimado por el hombre, sin embargo, esa familia llegó y con todo el cariño se la llevó a su hogar, poco a poco se ganaron su confianza y le hicieron entender que no todos somos irresponsables o crueles; le dedicaron tiempo, pero sobretodo, le dieron amor.


La atendieron por mucho tiempo, pues estaba muy olvidada, su cuerpo tenía tantas heridas externas como internas; pero lograron que fuera parte de su familia y que conociera la felicidad y la paz.

Penélope vivió un año con ésta hermosa familia, podía jugar con la pequeñita de la casa, subirse al sofá y viajar en coche; conoció las caricias y la tranquilidad de una siesta en la alfombra. 

Hace poco nos avisaron que Penélope había fallecido, sus antiguos dueños nunca la atendieron, por lo que aún con toda la atención de su nueva familia, no había logrado sanar por completo. Sin embargo, estamos felices, porque sabemos que Penélope conoció la paz y el amor que todos merecen, y se fue de éste plano, siendo amada por una familia que decidió abrir su hogar y su corazón para demostrarle que aún hay buenas personas en la Tierra.



Gracias a todos los que fueron parte de la nueva vida de Penélope.