jueves, 7 de marzo de 2013

Candy. 15 de Octubre de 2012.

Candy.

Reporte: 14 de Octubre de 2012.
Rescate: 15 de Octubre de 2012.
Adopción: 4 de Marzo de 2013.

¡Qué tranquilidad! Acurrucarme al lado de mi mamá me hace sentir segura, qué lindo es el mundo. Hoy comí poquito, porque tengo muchos hermanos y mamá no ha comido bien así que debemos compartir con los demás. 

Estoy muy calientita entre mis hermanos y mi mamá, aunque ella tiembla mucho y cada vez está más flaca, me siento mal por ella.

Estoy muy triste, hace unos días un coche atropelló a uno de mis hermanitos, mamá lo trajo a nuestro lado, pero ya no respiraba. Los demás estamos muy hambrientos, acabamos de abrir los ojos y todo lo que vemos es basura a nuestro al rededor. Mamá dice que escuchó que sus dueños decían que ella tenía derecho a ser mamá, que tenía derecho a tener hijos, que esa era su naturaleza... pero, tenemos mucha hambre y mi mamá no consigue suficiente alimento.

Una muchacha vino hace días y cargó a una hermanita, se la llevó, la acariciaba mucho y le dejó un poco de comida a mi mamá.

¡Es horrible! Un par de niños fueron al lugar donde dormíamos, tomaron a dos de mis hermanitos y los amarraron, luego les empezaron a pegar y arrojar piedras, mamá no quería dejarlos pero la patearon, alcancé a escapar, no se qué le haya pasado a ella ni a mis hermanitos. 

Tengo días caminando, ya no se cuánto tiempo llevo sin comer, tomo agua de charcos sucios, mi piel me da mucha comezón, por más que me rasco no se me quita. No encuentro el camino de regreso a casa y no se si tenga fuerzas para seguir escapando.

He llegado a una casa, me acosté para recuperar energías y una muchacha salió y me dio de comer y agua fresca, es muy buena, pero después me asustó otra persona y corrí un poco. Después de unas horas regresé para ver si me daban un poco más de comida, y así fue, también me acariciaron y me hablaron muy bonito. Extraño a mi mamá.

Hoy la muchacha que me da de comer me tomó una fotografía, no se para qué si me veo realmente mal, ya casi no tengo pelito, mi mamá tenía pelo largo, era color miel, yo tengo la piel irritada, me duele mucho cuando me tocan, aunque lo hagan con cariño.


Me duele mucho todo mi cuerpo, reúno todas mis fuerzas para poder caminar e ir por comida a la casa de la muchacha. Me acosté en una esquina porque tenía frío, llovía un poco y me mojé. Al día siguiente, la muchacha me acarició y me dio de comer, después me cargó, me subió a un coche como el que atropelló a mi hermanito y me dio mucho miedo, me dejó en una jaula, estaba muy asustada, me dieron de comer pero yo temblaba de terror.

Me han bañado y me recogieron otras personas. Me colocaron con cuidado en el suelo de otra casa, me dieron agua y comida, me hablaron bonito y me dejaron mucha comida, pero del miedo no pude ni moverme hasta que se fueron, entonces bebí y comí. Me dolía mucho una pata, mi piel estaba tan lastimada que me dolía que me acariciaran. Es chistoso escucharlas, me hablan como si fuera un bebé humano, son buenas personas, aunque no me gustó mucho que me bañaran.

Vinieron a verme a la misma hora que me trajeron ayer, ya los esperaba porque tenía mucha hambre, ayer me porté un poco mal y me hice pipí y popó en la cocina, ¡pero no se enojaron! Ayer limpiaron el patio y hoy pude salir a correr un ratito. Me gusta perseguir moscos y parece que eso les da risa; pero la comezón en mi piel no me deja jugar. Me gustan estas personas, no me gritan ni me pegan, me dan espacio y me siguen hablando como a un bebé... Me da gusto verlos, porque me traen comida y juegan conmigo. Me trajeron unos juguetes, pero son muy ruidosos, me dan miedo, prefiero seguir persiguiendo bichitos. 

Hoy llegaron más temprano a verme, me trajeron Gerber donado por otra persona muy linda, pero no me gustó mucho el sabor, de todas formas me lo comí para que no se sintieran mal, pero dejé poquito. Me sacudía mucho y se dieron cuenta que traía mi oído malito, así que me llevaron al veterinario, me atendió una doctora muy amable y me hizo cariños, les dijo que era una infección y... ¡me inyectó! pero no me dolió, porque soy valiente y se que es para que mejore. Pero, por fin me descubrieron... les dijeron mi verdadera edad jijiji... aún así, me siguen hablando como si fuera un bebé... Me pasearon mucho por la ciudad, iba un poco ansiosa, porque me asusta oír los coches, pero ahora, ya no pasan a mi lado intentando atropellarme, ahora yo voy segura dentro de uno; me quedé cansada y bien comida.

Me gusta mucho jugar en el patio, sentir la tierrita en mis patitas y el aire fresco en mis orejas. Como me rasco mucho, mi piel se lastima, así que me llevaron al veterinario de nuevo, conocí a otro médico que me atendió muy bien. Me puso otra inyección y me dijo que tenía que regresar. No me gustan las inyecciones. Llegué a casa de nuevo y me puse a jugar un rato y luego le di besitos a las personas que me cuidan.

Hoy fuimos a la veterinaria de nuevo, mientras esperaba mi turno, vi a un perrito y le gruñí, digo, para que supiera que yo seguía. Ésta vez me atendió otro médico, me dio un piquetito y me dijo que estoy mejor. También mencionó que hay otra cachorrita muy enferma, más que yo, así que esta noche le haremos un huequito en la casa para que duerma calientita y tranquila. Siempre hay espacio para uno más. No me gusta pasear en coche.

Escuché que llegaron mis mamás temporales, y las oí haciéndole cariños a alguien, pensé que era a mí, pero recordé que teníamos una huésped. Yo lloraba porque quería ir con ellas, pero no me dejaron. Después me sacaron al patio y conocí a Sally, no nos acercaron mucho para no contagiarnos mutuamente, pero pude saludarla. Iba muy contenta con sus rescatistas. Después me puse a brincar y correr, me dio mucho gusto ver a mis mamás, hasta besitos les dí. Quieren que juegue con una pelota, pero no me gusta el fútbol. 

Hoy vinieron a verme temprano, salí un ratito a jugar en el patio y luego me subieron al coche, me fui en una canastita sentadita, me porté muy bien. Pero llegamos al veterinario y me dejaron ahí, primero me asusté porque pensé que me abandonaban de nuevo, pero luego me asusté más porque me di cuenta que me ¡bañarían! Al final me puse feliz porque me sentía fresca y cuando vi a mis mamás temporales mucho más, porque no me habían olvidado. Mi piel ya no me arde ni me pica tanto, ya me siento mucho mejor, ya puedo correr y acostarme para que me rasquen la barriguita, que ya está más grande porque ya tengo comida todos los días. 

Hoy vinieron a verme y me dieron medicina, no sabe muy rico, pero creo que es para que esté mejor, así que aunque le hice 'fuchi' me la tomé sin resongar. Se ve que me quieren mucho, ya me siento mejor. 

Hoy me llevaron al veterinario, como ya confío más, me dejaron irme solita en el asiento de atrás, ahí me acomodé y me fui tranquila.

Me pusieron una inyección. Acabo de descubrir las cosquillitas, ¡me encantan!

Se que a los perritos que no somos de raza no nos adoptan tan fácilmente, así que estoy aprendiendo cosas, por lo pronto, ya aprendí a saludar. Aquí estoy dándole la patita a una de mis mamis temporales. 

Hoy después de que me trajeron de comer, se pusieron a jugar mucho conmigo mis mamis temporales; ya me di cuenta que la pelota no me va a lastimar y ya juego un poco con ella, es muy divertido patearla, quizás me vuelva futbolista un día.

Hoy mis mamis vinieron muy rápido, no jugamos mucho, pero me dijeron que había concurso de disfraces y tenían que ir; cuando esté mejor y ya tenga todas mis vacunas iré a acompañar a mis rescatistas de ProAnimal, ahorita es mejor que no me acerque a otros perritos, porque los puedo contagiar o ellos a mí, porque aún estoy débil y me hacen falta refuerzos de mis vacunas. Cuando se fueron me puse a hacer travesuras y romper el periódico en pedacitos chiquitos. 

Hoy, mi mami se quiso tomar una foto conmigo, como la quiero mucho la dejé. Me cargó y aproveché para darle muchos besitos, le hice cosquillas. Nunca me habían cargado para darme besitos, es bueno saber que no todas las personas lastiman a los que como yo, no tenemos casa o estamos enfermos. Ya casi no recuerdo todo lo que pasé en la calle, ya eso está en el pasado. 

Pues hoy andaba chifladita y tiré la medicina, pero luego me la tomé, porque se que la necesito para ponerme más bonita. Estoy llena de energía.

Ya descubrí que las cosas que me traen sirven para jugar y son divertidas, no hacen daño ni nada. Ya no tengo miedo a las cosas, me gusta mi nueva vida, sin preocuparme por si encontraré comida o techo. Ahora sé lo que es tranquilidad. 

Hoy trajeron a otro perrito a la casa, es muy grande, pero está muy lastimado, jugaron un poco conmigo, me dieron comida y agua, pero salieron a ayudar al otro perrito, escuché que se llama Fernando. No nos pueden juntar porque a él lo trataron muy mal y tiene tanto miedo que ataca a cualquier perrito. No me puse celosa, porque se que él también necesita ayuda y se que aquí mejorará tanto como yo.

Todos los días vienen y me dan de comer, soy muy feliz. Mi piel ya no me arde, y las caricias ya no me duelen, me gusta que me rasquen la pancita y ya entendí que ese juguete brillante que pilla tan fuerte es divertido, lo avientan y yo corro por él, cuando lo tomo entre mis dientes hace un ruidito chistoso y cuando se los regreso son muy felices. Pero estoy triste, porque todo el día estoy sola, me gustaría tener otros perritos con quienes jugar y que pudieran hacerme cariños todo el día. Ha venido aquella chica que me daba de comer afuera de su casa, me dio tanto gusto verla que brinqué y le di muchos besos.

Hoy vinieron más temprano, me pusieron un collar y una correa, es muy incómodo, me decían que las siguiera pero me daba miedo salir, pensé que me dejarían de nuevo en la calle. Me subieron a un coche y luego me bajaron en otro lugar. Había algo en el suelo, no era piso ni piedras, fue una sensación muy rara, pisé hierba fresca, me dieron cosquillas en las patas y me acosté, era pasto, nunca había disfrutado tanto el pasto. 


Muchas personas me hicieron cariños cuando fui a "Libre 17", pero nadie me llevó. Me divertí mucho, comí pastito y me acosté en él. No sabía que la gente podía ser buena, todo lo que yo conocía era maltrato, crueldad y hambre, pero ahí las personas fueron lindas, me cargaron, me dieron besos y me acariciaron mucho.

Han pasado muchos días, me han bañado y me alimentan muy bien, juegan conmigo un ratito, pero me siento sola. Ojalá un día pueda tener un hogar donde correr y ser feliz sin riesgo a volver a la calle.

Un día, vinieron mis mamás temporales, jugaron conmigo pero no me dieron de comer ni me dejaron agua, estoy asustada. ¿Ya no me querrán? Escuché que me iban a esterilizar, para que no sufriera y no tuviera hijitos que sufrieran. ¿Qué será eso?

Ya vinieron por mí, me habían dejado en la veterinaria, me trataron muy bien, me duele un poco mi pancita, pero tengo mucha hambre. Me dieron comida y ya ando brincando como siempre. Tengo una nueva amiga aunque es algo enojona, aunque es más pequeña que yo, me quiere morder, yo finjo que me asusto, porque quiero jugar con alguien.

Ya ha pasado mucho tiempo desde que me rescataron de la calle, ya adoptaron a mi hermanita Bella, y extraño jugar con ella.

Pero ha venido una muchacha con unas niñas, me hicieron muchos cariños y me acariciaron, trajeron también a otro perrito, nos caímos bien, lo se, nos dimos un par de besitos discretos. Se veían felices, me gustaría irme con ellas. Pero después de un rato se fueron sin mí.

Sé que algo importante pasará hoy, me dijeron que iré a un nuevo hogar, que tendré una familia para mí sola, que me cuidarán y amarán mucho. Me trajeron de comer pero la verdad, estoy tan emocionada que no tengo hambre. Me senté frente a la puerta mientras mis mamás temporales platicaban. Entonces... tocaron la puerta. Moví mi colita feliz, esperanzada.

Cuando entraron, supe que había encontrado un hogar. Olvidé todo lo malo que había pasado, mi piel ya no duele, está cubierta de pelo, mis ojos brillan y yo soy feliz. Trajeron a mi hermanito con ellos, se llama Justin. Mis mamás temporales me abrazaron mucho y me dieron besos, vi que sus ojos se nublaron y sollozaban, pero su sonrisa era enorme.


Ahora estoy feliz, dormí en la cama con mi nueva familia, aunque extraño a mi mamá, espero que esté en un lugar tan lindo como en el que estoy hoy. Mi nueva familia me mima mucho y me cuidan, me dan de comer, beber, pero lo más importante, me aman. No puedo imaginar qué habría pasado si seguía en la calle, pero ahora soy feliz y amada.